domingo, 20 de enero de 2019

¿El dinero da la felicidad?



Según la Real Academia Española, le felicidad supone un estado de grata satisfacción espiritual y física. ¿Y el dinero o riqueza? La abundancia de bienes o metales preciosos. Por tanto, ¿Por qué relacionamos la felicidad con la riqueza? 

La relación entre el dinero y la felicidad ha sido objeto de numerosos estudios por parte de economistas, sociólogos y psicólogos. El debate no está ni mucho menos cerrado.

 

Un estudio publicado en la revista Developmental Psychology sostiene que las personas con mayor renta son menos dadas a sentirse solas. Es uno más entre una multitud de trabajos que tratan de medir el impacto que tiene el dinero en la percepción del bienestar. Las conclusiones de la mayoría de estos informes reman en una misma dirección: en una situación de pobreza, cualquier incremento en la renta redunda en mayor felicidad. Sin embargo, una vez alcanzados unos ingresos que garanticen un nivel básico de comodidad y seguridad, los aumentos posteriores de riqueza aportan cada vez menos sensación de bienestar. O incluso pueden provocar que esta se reduzca.









El economista Richard Layard sostiene en su libro Happiness: Lessons from a New Science que 20.000 dólares brutos al año es la cantidad que marca la frontera en EE UU. Todo lo que sea acercarse a esa cifra aporta felicidad; pero si se supera, el incremento de bienestar que se produzca será inferior que antes.

 

 

 

 

¿Y si la felicidad da dinero?

El estudio de la ONS usa datos de la encuesta sobre riqueza y activos, a la que se incorporaron preguntas sobre el bienestar personal en 2011 y 2012 por primera vez. El estudio trata de concentrarse en la relación entre renta y riqueza con diferentes indicadores de bienestar y felicidad.
El grado de bienestar personal se mide en la encuesta con cuatro preguntas, una de ellas referida específicamente a la felicidad. Los encuestados respondían de 0 a 10 sobre su grado de satisfacción, estima, felicidad y ansiedad. En general, la gente se declaraba bastante feliz, pero hay una correlación clara entre mayores niveles de riqueza y de renta con mayor felicidad.
El informe viene a decir que es posible tanto que el dinero dé la felicidad como que la felicidad dé dinero. El informe señala que puede haber una relación recíproca entre ambas variables. Además, matiza que el estudio se llevó a cabo en tiempos de dificultades económicas, de modo que la relación entre riqueza y felicidad podría no ser la misma en otras circunstancias. El debate, pues, sigue abierto.



A modo de resumen, el dinero puede llegar a dar la felicidad pero no pasa siempre. Por tanto, debemos aprovechar y disfrutar de las oportunidades u ocasiones que verdaderamente hacen feliz a la persona, dejando atrás las cosas materiales que a veces pueden llegar a resultar perjudiciales.

 

 

La Guerra Civil Española





La Guerra Civil española tuvo lugar en España entre 1936 y 1939 entre el bando republicano y el bando nacional, que estaba dirigido por el general Francisco Franco. Por aquella época, el presidente de España era Manuel Azaña, un republicano elegido democráticamente. Como parte del ejército español estaba asentado en Marruecos, varios de los generales más influyentes, con Francisco Franco a la cabeza, dieron un golpe de estado.









El bando de la izquierda fue el conocido como bando republicano y estaba formado por el gobierno que había habido hasta ese momento, junto con sindicatos, comunistas, anarquistas y muchos obreros y campesinos. En el bando contrario, el nacionalista, estaba la parte rebelde del ejército, la burguesía, los terratenientes y, por lo general, las clases más altas. El bando republicano estuvo apoyado por la Unión Soviética y por las democracias europeas, mientras que el bando nacionalista tuvo el soporte de los gobiernos fascistas de Alemania y de Italia, lo que supuso que este bando estuviera mejor armado que el contrario.

La Guerra Civil fue una de las guerras más duras que se recuerdan en España. Tras la victoria del general Franco y del bando nacionalista, comenzó una dictadura en el país que duró casi 40 años, desde 1939 hasta 1975. A pesar de que el bando de Franco había recibido ayuda alemana, el dictador decidió no involucrarse de manera directa en la posterior II Guerra Mundial, ya que el estado en el que se encontraba España tras su guerra civil era realmente lamentable.

Durante la época de Franco, España sufrió un continuo aislamiento internacional. En la década de los años 50, España fue aceptada como miembro de las Naciones Unidas y en 1970, Franco nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor en el mandato.

La idea de Francisco Franco era que Juan Carlos siguiera a la cabeza de la dictadura que había llevado durante muchos años, pero tras la muerte del dictador en 1975, el Rey Juan Carlos I fue coronado e instauró de nuevo la democracia en España que dura hasta nuestros días.

miércoles, 9 de enero de 2019

Venezuela








El sistema económico venezolano ha sido definido como capitalista-rentista, donde existe la iniciativa y la propiedad privada, pero con un elevado nivel de participación del Estado en la actividad económica. Ocurre además que dicho Estado obtiene recursos de los beneficios de la actividad petrolera, es decir, vive de la Renta petrolera. El modo capitalista de producción es sin duda el predominante en la economía venezolana.

Desde la década de los setenta, Venezuela ha experimentado un proceso importante de descentralización política, económica y administrativa, que ha generado un mayor equilibrio geoeconómico, aunque todavía se mantienen enormes desequilibrios en la ocupación y aprovechamiento del espacio geoeconómico venezolano. Los últimos veinte años del siglo veinte, fueron en especial difíciles para la Economía venezolana que creció entre 1976 y 1996 a una tasa promedio anual de 2,14%, mientras la población crecía en el mismo período a un ritmo de 2,18% anual. Como consecuencia, Venezuela, pasó de ocupar el primer lugar en 1976 entre los países latinoamericanos en cuanto al Ingreso Per Cápita, al octavo puesto en 1996.

Antes de la década de los Ochenta, las expectativas económicas de Venezuela apuntaban a una enorme facilidad para acceder a una riqueza cada vez mayor, así como a una cada vez mayor igualdad en el ingreso familiar que hacia surgir una clase media cada vez más numerosa. Después de los años Ochenta, la realidad señala un creciente aumento de la desigualdad, que se manifiesta en el hecho de que, para el año 2000, el 10% de la población venezolana concentraba en sus manos cerca del 42% del ingreso total del país.

La combinación de mayor desigualdad y disminución del Ingreso per cápita se ha traducido en el caso venezolano, en un notable y preocupante incremento de la pobreza, la relativa “prosperidad” que vivió Venezuela hasta inicios de los Ochenta, hizo surgir el calificativo de “Venezuela Saudita” para referirse a los cuantiosos recursos que generó el auge de la actividad petrolera. Esa prosperidad no se debió al trabajo de los venezolanos sino al aumento de la Renta petrolera, siendo esto agravado por el mal uso que se dio a gran parte de los ingresos obtenidos, que no fueron destinados a la creación de formas de generación de riqueza distintas del ingreso petrolero.

lunes, 7 de enero de 2019

El impacto de América en España





El descubrimiento de América fue uno de los acontecimientos de la historia mundial que más repercusión tuvo. Como todos sabemos, ocurrió el 12 de Octubre de 1492 cuando tropas españolas capitanedas por Cristóbal Colón partieron desde el Puerto de Palos con el objetivo de llegar a la India atravesando el Océano Atlántico, en aquellos tiempos conocido como el Mar Océana o Mar Tenebroso. Cristóbal Colón partió en tres famosos navíos conocidos popularmente como "La Niña", "La Pinta" y "La Santa María".




Si para Europa y el mundo occidental fue un gran descubrimiento, aún lo fue más para España, la potencia que construyó el imperio americano más extenso.
Desde un principio, los españoles buscaron el símbolo de la riqueza a través de la adquisición de metales preciosos, como el oro y plata. Tras la conquista del continente, muy pronto se pusieron en explotación grandes minas de plata.El trabajo forzado en la mina  produjo una numerosa extracción de metales que causó un gran flujo de oro y plata hacia la península y Europa. Esta llegada de metales propiciará el desarrollo del comercio y tendrá una gran repercusión en la economía española y europea. 
El comercio con las Indias pasó muy pronto a ser controlado por un monopolio estatal establecido en la Casa de Contratación de Sevilla. Todo el comercio ultramarino pasó bajo su control y supervisión.




La aplicación de este monopolio se vio cuestionada por dos prácticas: la piratería alentada por los enemigos políticos de la Monarquía Española y, el contrabando en América.
Para solucionar el problema de la piratería se organizaron las Flotas de Indias. Grandes expediciones de buques mercantes protegidos por navíos de guerra que periódicamente cubrían la travesía de Europa a América y viceversa.

El siglo XVI fue testigo de un espectacular fenómeno económico en Europa y, con especial virulencia, en España: la “revolución de los precios”.
Dos razones principales explican este fenómeno: el crecimiento demográfico y la llegada masiva de metales preciosos que  significó un importante crecimiento de la moneda en circulación. Como los metales llegaban a Sevilla y en España era más abundante su circulación, nuestro país vivió con especial gravedad la inflación que afectaba a toda Europa.
La mayor inflación en Castilla hizo que los productos castellanos fueron aún menos competitivos con respecto a las mercaderías de Holanda, Inglaterra y Francia ayudando a la disminución de la producción castellana. Finalmente España y las Indias dependieron en gran medida del suministro de mercancías por parte de las potencias hostiles a la monarquía hispánica.
Pese a estas dificultades, el descubrimiento de América tuvo importantes repercusiones en nuestro país:
·         Las remesas de oro y plata permitieron a los monarcas llevar su política imperial.
·         El eje económico se trasladó al Atlántico, tanto en España como en Europa.
·         Avanzaron las técnicas mercantiles y bancarias.
·         Llegaron nuevos productos: tabaco, patata, maíz, cacao…

                                                                                       


Desembarco de Colón de Dióscoro Puebla



viernes, 4 de enero de 2019

El futuro de los jóvenes españoles

Los jóvenes españoles, los más pesimistas sobre su futuro laboral


Se dice que los jóvenes somos el futuro, pero ¿qué tipo de futuro? Desde pequeño te educan en que para ser algo en la vida tienes que estudiar; si quieres que te contraten debes tener una buena formación académica y por lo tanto un buen currículum. Se exige tener los estudios de la ESO terminados; cuando estos son finalizados, toca terminar el bachiller o la formación profesional o el módulo; después es necesario una carrera, un máster... Para mí, lo más importante, es un mínimo de nivel B1, aunque actualmente es obligatorio y más adecuado un nivel superior como el B2, en cualquier idioma, preferentemente inglés pues es el idioma que te exigen principalmente en todas las partes del mundo. 





Según datos adquiridos por la Compañía Adecco, un 42,2% considera que no podrá encontrar empleo en el primer año de búsqueda tras acabar su formación. Con una tasa de desempleo juvenil en torno al 50%, resulta difícil mantener el optimismo cuando se busca la primera oportunidad laboral. Cuatro de cada 10 jóvenes españoles considera que no podrá encontrar empleo en el primer año de búsqueda tras acabar la formación.
Los españoles son los que se muestran más pesimistas en este aspecto, seguidos por los japoneses (37,12%) y los italianos (32,38%). Por el contrario, casi nueve de cada 10 jóvenes suizos confía en conseguir un trabajo en menos de un año tras completar sus estudios.



Por otro lado, los jóvenes españoles consideran que las competencias y habilidades necesarias para conseguir un empleo son los idiomas (72,44%),la experiencia (60,27%) y lashabilidades digitales (37,97%).
Por el contrario, los jóvenes angloparlantes son los que menos valoran el conocimiento de idiomas, un 31% en el caso de los británicos, un 35,4%, los australianos, y un 38,7%, los estadounidenses.
Pese al impulso que ha vivido el autoempleo con la crisis, los jóvenes españoles apenas valoran las habilidades emprendedoras, sólo uno de cada cinco las considera importantes.





También ha que destacar, que a los jóvenes de entre 18 y 30 años se les presentan muy pocas oportunidades para insertarse al mercado laboral lo que hace muy difícil que estos puedan mostrar sus habilidades y conocimientos que poseen para ejercer un trabajo digno. Debemos apostar por los jóvenes, pues muchos de ellos tienen grandes cualidades que aportarían bastante a los diferentes trabajos.

¿El dinero da la felicidad?

Según la Real Academia Española, le felicidad supone un estado de grata satisfacción espiritual y física. ¿Y el dinero o riqueza? La abun...